Aldea del Cielo, un oasis para reencontrarse con la naturaleza y el encanto de las cosas simples, la paz, el silencio , la calma, el vuelo y canto de los pájaros, la melodía del salto del agua entre las piedras, un cielo totalmente límpido, con días soleados y noches mágicas donde la luna y las estrellas revelan sus misterios. Aquí todavía las palabras “estrés”, “inseguridad” y “contaminación” no tienen significado y los términos “serenidad”, “reposo”, “vitalidad” y “energía” cobran vigencia.